El cañón láser
Steven y Amatista llegan hasta el restaurante “La Caminata Frita” en donde piden algunas sobras de papas, pero Fryman les dice que ha cerrado. Ellos insisten con las sobras así que Fryman se las entrega con tal de que se detengan. Ya con sus sobras Steven cuenta como el ocaso es su parte favorita del día, cuando el sol se oculta y el segundo sol crece y crece en el cielo. Amatista se ríe de esto hasta que se percata de que hay un objeto en medio del cielo, por lo que rápidamente toma a Steven.
Perla y Garnet están observan el cielo por un telescopio al momento en el que llega Amatista cargando con Steven. Steven se acerca al telescopio y ve como el objeto es similar a un ojo gigante. Perla le dice que es un Ojo Rojo, que se estrellara contra la ciudad, sobre ellos y sobre miles de inocentes personas. Según Garnet lo único suficientemente poderoso para destruirlo es el cañón de luz que pertenecía a Rose Cuarzo. Al haber pertenecido a su madre Steven supone que su padre lo habrá guardado, pero las gemas dudan de esto. Garnet le dice que pueden encargarse de todo ellas mismas, tomando a Amatista y arrojándola hacia al Ojo Rojo, lo cual no lo afecta, por lo que Steven decide irse.
En el autolavado, Steven trata de despertar a su padre saltando sobre su camioneta para llamar su atención, causando que se encienda la alarma. Greg sale de la camioneta armado con una wafflera hasta que se da cuenta de que era Steven quien hacia tanto ruido. Steven baja de la camioneta y abraza a su padre. Greg le pregunta que hace tan tarde por el lavado, y Steven le dice que él sol se puso hace una hora y que necesita el cañón de Rose para destruir el ojo rojo. Greg tiene miedo de involucrarse en asuntos de las gemas, pero dice saber donde podría estar.
Greg lo lleva hasta un depósito en donde tiene almacenadas muchas cosas. Preparado con una linterna sujeta con una media en su cabeza y extensiones en la cintura Steven entra al depositó. Dentro, Steven se topa con algunas cosas como unos palos de golf, un bongo y un cañón de camisetas. Eventualmente y luego de romper por accidente una fotografía de su padre y madre juntos, Steven encuentra el cañón de luz, lo sujeta con las extensiones y Greg lo saca junto con el resto de las cosas utilizando la camioneta. Al no ocurrírseles otra manera de llevar el cañón hasta la playa lo colocan en un carrito y lo arrastran con la camioneta mientras escuchan una de las canciones de Greg.
En la playa Garnet sigue arrojando a Amatista hasta que llegan Greg y Steven, y tratan de averiguar cómo activar el cañón. Perla le dice a Steven que él tiene la gema de Rose, por lo que Amatista empieza a frotarlo contra el cañón, pero no parece funcionar. Greg trata de hacerlo sentir mejor diciéndole que siempre pueden encontrar otra forma de solucionarlo. Steven entonces dice la frase de Greg: “Si las costillas de cerdo fueran perfectas no existirían los perros calientes”. Esto hace que el cañón se active y con la ayuda de las gemas Steven lo apunta hasta el ojo rojo y dispara un rayo de energía que lo destruye. Al explotar, el ojo suelta enormes escombros que dañan gran parte de la ciudad.
Steven le dice a las gemas como activo el cañón con la frase de Greg, lo que qué hace que a él se le salga una lagrima al pensar en Rose. Greg se da cuenta de que su camioneta se encuentra en el océano, y antes de que Steven le diga su frase, Greg se apresura a sacarla diciendo que vive allí, a lo que se le une Steven terminando con un iris sobre la camioneta.
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